La Presidencia de México en manos de una mujer

Autores/as

  • Erika Vanesa García Rico

DOI:

https://doi.org/10.32870/rjj.v2i3.107

Resumen

Históricamente, las mujeres mexicanas hemos sido marginadas en la escena política, esta situación no ha cambiado mucho durante la revolución o cuando el sistema político fue establecido, ya que el proceso de creación de políticas públicas estuvo claramente controlado por los hombres. Las primeras mujeres activistas, como las sufragistas, fueron de clase media, se organizaron y lucharon de muchas maneras: uno de los primeros ejemplos fue el Primer Congreso Feminista de Yucatán, en 1916, la preocupación principal de este grupo fue el derecho de voto, lo cual se logró hasta 1947, durante la administración del Presidente Miguel Alemán Valdés, que las mujeres obtuvimos este derecho y de presentarnos como candidatas en las elecciones municipales.

Después de que México se independizara, Agustín de Iturbide fue elegido Emperador, desde 1812 se habían celebrado las primeras elecciones por voto, y aunque los habitantes solo podían elegir a los electores parroquiales, ese hecho marcó la transición al sistema democrático, toda vez que el sistema Imperial fue reemplazado por el sistema democrático y presidencial en el cual, la gente podría elegir a sus gobernadores, en 1824, Guadalupe Victoria llegó al poder, por lo que, con el tiempo, uno de los lemas que más se defendió fue el de “No reelección”, pues presidentes como Santa Anna llegaron a reelegirse incluso más de cinco veces.

El 31 de enero de 2014, se elevó a rango constitucional la garantía de la paridad entre mujeres y hombres en las candidaturas a la Cámara de Diputados, Senado y Congresos Estatales, por lo que en el artículo 41 constitucional, esta reforma establece lo siguiente: “Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder político, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, así como las reglas para garantizar la paridad entre los géneros, en candidaturas a legisladores federales y locales. 

En la historia hemos tenido grandes mujeres que desafiaron también el poder gobernar naciones e incluso realizar actividades que son exclusivas de los “hombres”, como: la reina de Asia Semíramis, Catalina la grande, Isabel I, Teodora la Emperatriz, Juana de Arco, Marie Curie, Amelia Earhart y Ana Güezmes.

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Publicado

2022-02-02